Una oración para el inicio

Estando en Venezuela este verano me dieron esta oración que han utilizado durante las celebraciones de los 50 años del encuentro pacífico con los Barí (Años Jubiliar Misionero Capuchino), pero pienso que puede servir para iniciar cualquier reunión:

Padre, nos llamaste porque nos amas.
Nos sentimos enviados.
Tú, Señor de la Historia, guías hoy nuestros pasos,
como guiaste los de los hermanos de ayer,
que recordamos,
y de los que aparentemente hemos olvidado.
Reconocemos, como comunidad misionera, 
tu presencia amorosa en todos los acontecimientos.
Sin Ti, no se hubiera dado nada.
Gracias, Señor, por nuestros mártires,
que acompañaron la verdadera evangelización,
y cuyo ejemplo proclama 
quiénes son los verdaderos hermanos menores.
Suscita seguidores fieles y valientes
para que el mensaje de Jesús,
con la fuerza del Espíritu Santo,
sea luz de humanidad,
fraternidad y minoridad para quienes la necesiten.
Ése será el sentido y la plenitud de nuestra vida.
Es la gracia que te pedimos por mediación de María,
la Madre de tu Hijo. Amén

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