Esta mañana puse un poema de Pessoa. Una amiga me llamó por teléfono para preguntarme si estaba bien. "Es muy triste", me dijo. Me hizo gracia la situación. Resulta que, revolviendo entre los libros, encontré varios de poesía portuguesa, a la que cogí mucho gusto hace unos años. Hay poetas muy buenos: Pessoa, por supuesto, y también Sophía de Mello, Miguel Torga, Nuno Judice, Eugénio de Andrade. Quiero poner un poema de este último (esta vez en castellano), más alegre, con más sol. Para quien le guste.
Acerca la boca al manantial:
que no te importe
si es silencio sólo
lo que llega a tus oídos:
es música
también. Trata una vez más
de levantar la mano hasta el aliento
de la primera estrella,
la pupila atenta
al rumor de cada sílaba:
no tienes otro país, no tienes
otro cielo.
Con la boca, con los ojos,
con los dedos
procura tocar la tierra llena
de tu corazón.
Otra vez.
Hoy es uno de esos días en el que entiendo bien a Pessoa,"nao me traz felicidade".Me ha tocado estar en el lado de la sombra.De todas formas,seguro que esto es temporal y lo que ahora es zona de sombra,pronto estará iluminada por un radiante sol.Lo que sí es cierto,Víctor,es que poemas como éste,invitan a la alegría,elevar los ojos al cielo y disfrutar de las maravillas que tenemos a nuestro alcance.
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