Ha sido un mes intenso en cuanto al número de bautizos. Este sábado pasado hubo dos más, los últimos de este mes. Un niño y una niña se han incorporado a nuestra comunidad. Es una alegría para todos, en especial para sus padres y padrinos, pero también para nosotros. Al mismo tiempo es una responsabilidad: la de, entre todos, darles el testimonio de vida necesario para que aprendan a ser buenos cristianos y conozcan a Dios.
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