Moniciones Misa Santísima Trinidad

Santísima Trinidad
Monición de entrada

Finalizadas las fiestas de Pascua, volvemos a la celebración del tiempo ordinario, y lo retomamos celebrando la fiesta de la Santísima Trinidad: la confesión de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo; pues Dios se nos ha revelado como Padre que nos ha enviado a su Hijo, hecho hombre como nosotros, y que ha derramado su amor en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha dado.

San Francisco nunca supo teorizar. Su vida es una apuesta al Dios Trinidad de la revelación. Desde su conversión y la acogida de sus primeros compañeros hasta su configuración corporal con su Señor en el Alverna, su existencia se desarrolla en un clima trinitario.

Que la celebración de hoy sea un canto de gratitud y de alabanza a Dios, que ha querido revelarnos su Misterio; y al mismo tiempo, sea una proclamación de nuestro deseo de realizar cada día la comunión en el amor con todos los hermanos.

Acto Penitencial

Tú que eres el Hijo amado del Padre. Señor, ten piedad.

Tú que eres el Primogénito de toda criatura. Cristo, ten piedad.

Tú que eres el Ungido por el Espíritu para ansiar la Buena Nueva a todos los hombres. Señor, ten piedad.

Monición al Gloria:

Con los ángeles y los santos, alabemos y glorifiquemos a Dios, Padre todopoderoso, por su Hijo Jesucristo, en la unidad del Espíritu Santo.
Monición a las lecturas

Ambientación de la Palabra. El proceso del hombre y de la mujer sobre la tierra les lleva a descubrir presencias que, a primera vista, no son capaces de percibir. Solo el silencio interior y la contemplación de lo que nos rodea nos permite encontrarnos con Aquel que nos transciende.

Peticiones:

Sabiéndonos hijos de Dios, lejos pues de todo miedo, con plena confianza, le presentamos nuestras peticiones.

1.- Por la Iglesia, para que con sencillez y humildad reconozcamos lo bueno y noble que hay en muchas personas aparentemente alejadas de Dios y valoremos sus actitudes. Roguemos al Señor.

2.- Por quienes tienen responsabilidades públicas y económicas, para que sean los primeros en dar señales de austeridad, de renunciar a privilegios y administren el dinero público a favor de quienes están sufriendo más las consecuencias de la crisis. Roguemos al Señor.

3.- Por las comunidades de vida contemplativa que viven dedicadas a la oración, al trabajo y a la alabanza de Dios, para que no se olviden de pedir por quienes andamos perdidos en este mundo. Roguemos al Señor.

4- Por los que están realizando la peregrinación a Santiago de Compostela, para que el camino de fe les permita el encuentro con el Dios Trino y Uno. Roguemos al Señor.

5- Por quienes celebramos la Eucaristía en el mundo, para que aprendamos a acercarnos a Dios como personas sencillas, necesitados de su compasión. Roguemos al Señor.

Escucha, Señor, la súplica que te dirigimos, por Jesucristo nuestro Señor.

Monición a la comunión

Decía san Francisco: “Amemos, honremos, adoremos, sirvamos, alabemos y bendigamos, glorifiquemos y sobrexaltemos, magnifiquemos y demos gracias al altísimo y sumo Dios eterno, Trinidad y unidad, Padre e Hijo y Espíritu Santo, creador de todas las cosas y salvador de todos los que creen en él y esperan y lo aman”


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