Milagros ordinarios

Una de las cosas que me han impactado al regresar a Chicago tras 17 años es como parece que hay más gente pidiendo o mendigando en los cruces de calles o en los accesos de las autopistas, etc. Algunos llevan un cartón diciendo solamente que son "sintechos" o un veterano, y otros llevan un vaso de cartón para "cualquier moneda" que la gente le ofrezca. Muchos, con las manos extendidas y miradas lastimeras, moviéndose precariamente entre los coches que esperan impacientes a que la luz se ponga verde. Esas carteles, vasos y caras no son muy diferentes de otras que he visto en las calles de Managua, Khobar o Pretoria.

¿Qué pasaría si tuvieramos los extraordinarios y milagrosos poderes dados a Pedro y Juan en Hechos 3? ¿Qué pasaría si pudiéramos decir, "No tengo ni oro ni plata, pero te doy lo que tengo: en el nombre de Jesús, sana de tu pobreza, discapacidad, adicción o lo que sea que te ha traído a este lugar"?

La fuerza que la mayoría de nosotros tenemos a nuestra disposición es mucho menos espectacular. En su lugar, lo que tenemos y lo que podemos dar es lo que S. Gregorio Magno identificaba en una de sus homilías sobre la historia del encuentro con los discípulos en el camino a Emaús: caridad y hospitalidad. Cuando ofrecieron esas cosas a Jesús, su presencia fue revelada cuando Él les ofrecio lo mismo "al partir el pan".

Como el Papa Francisco y muchos otros han apuntado, hay una necesidad de transformar las estructuras y sistemas que haría que más de uno dejara de estar en las calles pidiendo. Pero eso es algo a largo plazo. Mientras tanto, hacemos lo que podemos y damos lo que tenemos; y cuando lo hacemos con un espíritu de caridad y hospitalidad, así como cuando lo hacemos en el nombre de Jesús, permitimos que su poder para hacer lo milagroso: insertar un poco de humanidad y compasión en un mundo que con demasiada frecuencia pareciera que carece de ellos.

Fr. John Celichowski, Capuchino de la Provincia de san Jose, EUA

Es una traducción personal. Lamento los errores que haya podido cometer. La entrada original es esta: http://www.thecapuchins.org/blog/ordinary-miracles.




Comentarios