Hace unos días estuve hablando con Begoña, una de las catequistas de la parroquia. Me contó que Javi, su hijo, tuvo que hacer una redacción sobre sus vacaciones en Semana Santa. Él, junto con su familia participó en la Pascua de Tablada. Me comentó que le había encantado lo que había escrito. Le ofrecí la posibilidad de publicarlo en el blog. Ambos aceptaron. El sábado me dio una copia, a limpio, de lo que presentó en el colegio:
"Hola, Me llamo Javier, y os voy a contar mi pascua: El miércoles llegué a mi Pascua. Mis padres y mi hermana se fueron al entierro de mi tía.
El jueves estuve en la cena judía allí tomé apio y escalera [en la redacción original puso "esparto". Lo que comió fue escarola] modo en agua con sal luego pepino en una salsa de agua, migas de galleta y pasas y bebí cinco copas de vino [lógicamente lo que bebieron los niños fue mosto]. El viernes hicimos una cruz y allí hablamos de que queríamos crucificar y resucitar.
El sábado quemamos las cruces y e interrumpimos la vigilia para hacer la tradición del baile"
He tratado de respetar lo que Javi me pasó, lo que está entre corchetes son adiciones de Begoña. Ni que decir tiene que esta redacción se pude completar con los testimonios de otros participantes.
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| Aspecto de la capilla de Tablada el Viernes Santo |
El jueves estuve en la cena judía allí tomé apio y escalera [en la redacción original puso "esparto". Lo que comió fue escarola] modo en agua con sal luego pepino en una salsa de agua, migas de galleta y pasas y bebí cinco copas de vino [lógicamente lo que bebieron los niños fue mosto]. El viernes hicimos una cruz y allí hablamos de que queríamos crucificar y resucitar.
El sábado quemamos las cruces y e interrumpimos la vigilia para hacer la tradición del baile"
He tratado de respetar lo que Javi me pasó, lo que está entre corchetes son adiciones de Begoña. Ni que decir tiene que esta redacción se pude completar con los testimonios de otros participantes.
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