Es una noticia que afecta poco a nuestra parroquia, pero que al mismo tiempo tiene una gran significación. En 1943 el Papa, tras un acuerdo con el Gobierno venezolano instaura, dentro de la Diócesis de Maracaibo el Vicariato Apostólico de Machiques, encargándo su guía a los Capuchinos de Castilla. Un año más tarde Ángel Turrado, capuchino, es nombrado Vicario Apostólico. Desde entonces los capuchinos estuvieron implicados en el desarrollo y la evangelización de ese territorio venezolano, con dos campos muy claros. Por un lado la atención de los pueblos que se iban fundando y, por otro lado, la misión de evangelización de los Yukpas y los Baris. Una labor de muchos años, de mucha historia, de mucha entrega.
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Hasta ahora el Vicario Apostólico era Monseñor Ramiro Díaz, O.M.I., el primer Vicario no capuchino. Ahora que Mons. Ramiro ha alcanzado los 75 años el Papa ha reformado el estatus del Vicariato elevándolo al rango de Diócesis. Para su cuidado pastoral ha nombrado Obispo a Alfonso Guerrero, capuchino.
Un hombre con experiencia franciscana y misionera ya que desde 1996 ha sido el Vicario Apostólico del Caroní, en el Sureste de Venezuela, también con un intenso trabajo apostólico y misional con los Pemones.
Gracias a Mons. Ramiro por su trabajo de estos años. Felicidades Mons. Alfonso por tu nuevo servicio pastoral.
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