San Antonio Abad. El Santo de la UGT

Programa de fiestas de 1931
Y no me estoy refiriendo al patrono. Aunque bien podría serlo. Me refiero a una de esas historia que refleja grandeza y miseria. Que hace que lo cotidiano y cercano supere con creces incluso lo ideológico o lo religioso.

Os pondré en contexto. Nos situamos en Trigueros (provincia de Huelva). Casas blancas y fe profunda, origen árabe, tradición campesina. 1929-1931 (dependiendo de la fuente). En el ayuntamiento hay un alcalde socialista. En la parroquia una imagen de San Antonio Abad. Incluso tiene como reliquia una de las vertebras del santo que un Tercio de Flandes, nacido en el pueblo se trajo de Holanda, para que su pueblo, que ya veneraba al Abad tuviera una reliquia.

España se debate entre Alfonso XIII y la Republica. Con un laicismo muy beligerante, que hacía de la fe algo que combatir. Y llega la prohibición de las procesiones y otros actos religiosos públicos. En Trigueros hay un problema: Socialistas sí, devotos de San Antonio también. Tras revisar la vida del Santo ven que el dejar la riqueza, las tierras, las cosas materiales para los pobres es algo que cuadra mucho con el movimiento socialista. Tanto que el Ayuntamiento decide premiar a su santo con un reconocimiento civil. Le enrolan en el sindicato U.G.T. En el carné pusieron como nombre "Antonio", edad "105" (la que la tradición dice que tenía cuando murió), como profesión "Santo", en el campo de actividad en el sindicato "varias".

Además se produjo una consecuencia directa. Si el que sale es un sindicalista ya no es una procesión, sino una manifestación. Durante todos los años de la República y de la Guerra Civil es Santo mantuvo la tradición de pasear por todas las calles del pueblo, y colgando de la muñeca su carnet de la UGT. Cierto es que, como en otros pueblos, cuando la contienda empezó tuvo que ser escondido de aquellos que iban, sistemáticamente, destruyendo imágenes e iglesias.

En Trigueros hubo menos destrozos ya que una comisión en la que estaban el alcalde y el párroco, consiguieron esconder a tiempo todas las imágenes y cosas de valor que, de otra forma hubieran sido destruidas.

Dependiendo de las fuentes unos dicen que el carnet se perdió con el tiempo. Otros dicen que está guardado en el Ayuntamiento. Sea como sea la historia me gusta. Porque gente sencilla demostró que ideología y fe pueden no estar reñidas. Que ambos se pueden enriquecer para que los necesitados reciban un trato más justo.

Os dejo el programa de fiestas de 1936, por se un año tan crucial para nuestra historia. Podéis pulsar sobre ellas para verlas más grandes.







Y como dice un triguereño que conozoc: ¡Salud! ¡República! y ¡Viva San Antonio Abad!

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