Crònica de la Excursión Parroquial

Conchi Martín me ha remitido, vía correo electrónico la crónica de lo sucedido en la excursión fin de curso. Gracias por la colaboración:

El sábado 19 de Junio, como remate de curso para las distintas actividades de la parroquia, tuvo lugar la excursión parroquial, que esta vez, al ser Año Santo Jacobeo, ha tenido como meta la ciudad del Apóstol.
Pasadas las 10 de la mañana, con un ligero retraso sobre la hora prevista (lleva su tiempo acomodar en el autobús a 60 personas), y con un sol espléndido, emprendimos el viaje.
La primera parte de la jornada tenía un carácter cultural y festivo. Por tanto el primer destino fue el Castillo de Soutomaior, que nos trasladó a la Edad Media: gracias a la guía nos empapamos de la figura de Pedro Madruga y con él nos acercamos a la forma de vida, usos y costumbres de esa época. El tiempo se echaba encima y apenas pudimos apreciar los magníficos jardines que rodean el castillo, o tomarnos un café pues la mañana estaba fresquita. Y reempredimos la marcha.
Fue el momento para rezar Laudes dando gracias a Dios por todas las cosas buenas que nos da, y, ayudados por una grabación, entonamos el himno al Apóstol, un pequeño adelanto para la tarde. Luego fuimos preparándonos para la siguiente visita cultural, que adelantándose en el tiempo, nos acercó a la persona de Rosalía de Castro: canciones, poemas, retazos de su vida, gracias a lo cual hemos podido descubrir las cualidades declamatorias de algunos viajeros.
A las 12, 30 llegamos a Padrón, dirigiéndonos a la casa ñeque Rosalía vivió los últimos años de su vida. Hoy es un museo que conserva mobiliario y enseres de su época, además de libros, retratos, algunos recuerdos personales… que nos acercan a su obra y su sentir, así como la admiración, cariño y respeto de tantas personas, en especial gallegas, esparcidos por todo el mundo.
Dimos una vuelta por el parque municipal de Padrón, con especies arbóreas de todo tipo, y nos dirigimos al restaurante a reparar fuerzas.
La opinión fue unánime: una comida excelente, con un ambiente alegre y familiar. Se nota la veteranía del encargado de encontrar restaurante y elegir menú.
Pasadas las 15,30 comenzamos la segunda parte de la jornada, centrada en la peregrinación al sepulcro del Apóstol. Como símbolo se nos entregó la típica vieira decorada con la imagen de nuestra Pastora y la fecha del año jubilar, obra del esfuerzo de varios miembros de la comunidad parroquial.
Llegamos a Santiago a las 16,30 y apenas bajamos del autobús nos mezclamos con la marea humana que caminaba hacia la plaza del Obradoiro: gente de todas las procedencias, nacionales e internacionales, colores y edades. Disciplinadamente, cada uno optó por lo quería: los más valientes hicieron cola para entrar por la Puerta Santa para dar el abrazo al Apóstol y venerar sus restos; otros prefirieron hacer alguna compra y los más precavidos fueron directamente a la catedral a fin de conseguir un buen lugar para seguir la celebración Eucarística.
La misa del peregrino comenzó puntualmente a las 18,00, concelebrada por sacerdotes de distintas nacionalidades (España, Méjico, Italia…), seguida respetuosamente por una multitud de fieles. Y llegando al final de la celebración se hizo realidad nuestra ilusión: los “tiraboleiros” se disponían para hacer funcionar el “botafumeiro.
El tiempo se hizo corto, pero había que volver: unos minutos más en la plaza del Obradoiro para reunirnos todo el grupo, y acercarnos al punto de recogida del autobús.
En el camino de regreso se animó el ambiente con canciones de la tuna y “retro” (las que todos conocemos), acompañándolas con las palmas y con “cunchas” (de vieira, por cierto).
Hicimos una parada en Caldas, en la fervenza de A Barosa, para contemplar esta maravilla natural y hacernos la consabida foto de grupo, o de casi todo el grupo.
Antes de las 10 llegamos a nuestro destino, felices y contentos por haber pasado juntos ese día, conociendo y disfrutando de la naturaleza, de obras de arte, aumentando nuestra cultura, y rezando ante nuestro querido Santiago, en este Xacobeo 2010. Y con muchas ganas de repetir la experiencia.

Comentarios