JMGU

Hoy he visto tu bella imagen partida
sobre el vidrio roto de mi conciencia.
Soy el emperador-juez de tu inmanencia
que analiza a martillazos tu herida.

Trozos de un tú, helados en mí, sin brida,
se adhieren prejuicios bajo sentencia.
Yo, el mundo; Tu, individuo, indiferencia.
Tus trozos son alma y carne mordida.

Nadie me educó para ser “hermano”,
nunca, dulce palabra: “contemplar”,
se poso en mis labios desde el arcano.

Un día..., el Silencio Oculto del Mar
susurró en mi estanque: admira al hermano.
Desde aquel día vivo el verbo amar...

Comentarios