Los cristianos ante la crisis ecológica

Cuarto día del Octavario

Gn 1, 31 - 2, 3 Dios vio todo lo que había hecho. Y era muy bueno
Sal 148, 1-5 Sobre su orden, fueron creados
Rom 8, 18-23 La creación liberada del poder de la nada
Mt 13, 31-32 La más pequeña de todas las semillas

Comentario

Dios creó nuestro mundo con sabiduría y amor. Cuando hubo terminado la obra de la creación, Dios vio que todo era bueno.
Pero hoy, el mundo está enfrentado a una crisis grave y ecológica. Nuestra tierra sufre el recalentamiento climático debido a nuestro consumo excesivo de energía. La superficie de los bosques en nuestro planeta disminuyó el 50 % en el curso de los últimos cuarenta años mientras que la desertización no deja de extenderse. Los coreanos, que aman tanto la pesca, se inquietan: las tres cuartas partes de la pesca ha desaparecido actualmente. Cada día, son más de cien especies vivas que desaparecen y esta pérdida de la biodiversidad es una amenaza seria para la humanidad misma. Con el apóstol Pablo, podemos afirmar: la creación ha sido liberada del poder de la nada, y gime, como en los dolores de parto.
No ocultemos la vista: los seres humanos tienen una responsabilidad pesada en esta destrucción del medio ambiente. Su deseo incontrolado arroja la sombra de la muerte sobre el conjunto de la creación.
Los cristianos juntos deben poner todo en práctica para la salvaguardia de la creación. Ante la inmensidad de la tarea, los bautizados no pueden actuar aisladamente. Deben conjugar sus esfuerzos: juntos podrán proteger la obra del creador.
Se puede observar el puesto central que ocupan los elementos de la naturaleza en las parábolas y la enseñanza de Jesús. Para la más pequeña de todas las semillas, Cristo manifiesta un gran respeto. Con el apoyo de la visión bíblica de la creación, los cristianos pueden contribuir con una misma voz a la reflexión actual sobre el futuro de nuestro planeta.

Oración

Dios creador, tú has creado el mundo con tu Palabra y has visto que todo era bueno. Pero hoy hacemos obras de muerte y destruimos irremediablemente nuestro medio ambiente. Danos el arrepentimiento de nuestras avaricias, ayúdanos a tener cuidado de tus criaturas. Juntos, queremos salvaguardar la creación. Amén.

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