Clara, preclara en claros méritos, brilla clara en el cielo con claridad de insigne gloria, y con esplendor y sublimes milagros en la tierra. Brilla aquí abajo la estricta y excelsa religión de Clara, irradia en lo alto la abundancia de su premio eterno y su poder deslumbra a los mortales con magníficos signos.Esta Clara fue diplomada aquí con el privilegio de la máxima pobreza; en el cielo la recompensan con abundancia de inestimables riquezas; y los fieles católicos le rinden el más alto honor, con devoción cumplida.
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¡Oh Clara!, dotada de tantos y tales títulos de claridad. Fuiste clara de verdad antes de la
conversión, más clara desde aquella hora, preclara en tu vida claustral y, finalmente, clarísima, una vez apagada tu vida en el tiempo.A nuestro tiempo se le mostró en Clara un claro espejo de conducta; en el jardín celeste ella aporta el delicado lirio de la virginidad; por ella, en la tierra experimentamos la ayuda de los auxilios divinos.
¡Oh admirable y dichosa claridad de Clara! ¡Cuanto más es el amor y la atención con que se estudia esta claridad en los hechos concretos, tanto más luminosa la descubrimos en cada uno!
Tomado de la Bula de la Canonización.
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La figura de Clara es poco conocida, incluso en algunos medios franciscanos. Habría que dar a conocer un poco más, al menos en la parroquia, la importancia de esta mujer en la Iglesia y en el mundo franciscano.
ResponderEliminarLO único que te puedo decir ahora es que se estudiará el tema. Auque este año es año Paulino. Es posible que tenga preferencia. Pero ses estudiará y se analizará la posibilidad de hablar un poco más de Clara
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