Todos los fieles difuntos



Tras la solemnidad de Todos los Santos, en la parroquia celebramos, usando las palabras del párroco, "como una unidad en el cuerpo de Cristo, como parroquia", un funeral comunitario por todos los difuntos de la misma. Fue una celebración muy acompañada por los fieles y animada por el coro parroquial, concelebrada por los sacerdotes de la parroquia y con la presencia de las fraternidades de Capuchinos, Siervas de Jesús y por hermanos de la OFS. Se hizo recuerdo especial de los 39 fallecidos en el último año.

En su homilía, el parroco, Hno. Felipe, hizo una relación entre los santos y los difuntos usando a San Agustín: "La Iglesia no ruega por los santos lo mismo que ruega por los difuntos que duermen en el Señor, sino que ora con los santos y ora por por los difuntos".

Por eso hizo una reflexión sobre lo que supone este fecha para nosotros, de manera especial al presentarlo como una reflexión sobre el sentido de la vida, de la muerte y re la resurrección para los cristianos. Sobre todo en esta época en la que se está ocultando la muerte: ya no se muere en casa, se ha cambiado el lenguaje ( ya no se dice "se ha muerto", se dice "nos ha dejado" e incluso se oculta los cadáveres de los fallecidos a los niños para que no se enfrenten a esa realidad humana. En resumen, en nuestra sociedad se está ocultando algo tan natural como la vida misma. Por eso, según Felipe, es importante que nos preguntemos cuál es nuestra actitud ante la muerte.

Por eso desde la cita de san Pablo cuando dice que la muerte es una ganancia y no una pérdida, nos habló de lo que supone la vida cristiana desde la recepción del bautismo, todo es ganacia, la gracia el unirnos a la resurrección por nuestra muerte al pecado. Por eso "la muerte no es el peor fina", sino que supone un "re-encuentro" con Dios Padre. Y ese encuentro es generosidad total de Dios, que no sólo nos hace participar de la resurrección de Jesús, sino que nos hace partícipes de su propia vida divina.


También sa Francisco tuvo su espacio para entender mejor el día. En su Cántico a las Criaturas, el Poverello, dedica una estrofa a esta realidad humana: "Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la muerte corporal". Para Francisco la muerte es hermana, y para los cristianos es importante descubrirla como tal, ya que no es algo dañino, sino el culmen del sentido de nuestra vida: "Si morimos con Cristo, viviremos con él". Por eso la muerte será como hayamos vivido. Si ha estado marcada por el amor fraterno al que Dios nos invita, la muerte será también una expresión de ese mismo amor. Pero si le tememos a la muerte quizás sea por que le tenemos miedo a nuestra vida. De esa forma también es importante descubrir a la hermana vida.

Así deseó que todos podamos vivir en esa amistad con Dios y con Cristo, para estar preparados para aceptar la visita de la hermana muerte. Esta reflexión le ayudo a recordar, que desde la parroquia se quiere acompañar a esos hermanos: "Que todos tengan acompañamiento y asistencia espiritual", y animó a que se comunique a la parroquia cuándo se llega a esas situaciones para poder dar esa asistencia y solidaridad.

La conmemoración de todos los files difuntos es una día, ante todo de reafirmación de nuestra unidad, por eso junto a las flores y oraciones en los cementerios, la Iglesia reafirma su comunión total y une la oración especial de la Iglesia por los difuntos, por sus dones y gracias, acompañando lo personal y enriqueciéndolo.

Este día es una profesión de fe en la resurrección de Jesús y de todos los que creen en él, para que "sean recibidos en el lugar del consuelo, de la luz y de la paz", como dice la oración colecta de la misa.


Fotos realizadas durante la celebración (pincha aquí)

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