Madre

Este va a ser un post largo. Aviso desde ya. Pero merece la pena, creo.

Y curiosamente en él se mezclan dos aficiones que tengo. Los blogs, me he contagiado de ella, ¡qué se le va a hacer!, y los juegos de ordenador. De lo primero decir que hay un fenómeno, no muy descrito todavía, que es la cadena de post. Un autor escribe algo original y alguien lo publica citándole como fuente. Y un tercero publica, sacándolo del segundo... y así se monta una cadena difícil de seguir, ya que no todos citan de quien copian, no quieren reconocer que participan de la generación del "Copiar-y-Pegar".

De lo segundo decir que va a menos, pero todavía me duele oir algunos comentarios de demonizan a la informática en general y a los juegos en particular. Desde que tengo ordenador, el primero fue un Amstard de 128k, para los que lo recuerden; he jugado juegos de tiros, de conducción agresiva. Incluso a juegos "políticamente incorrectos", como el Carmageddon que consistía en hacer carreras de coches en las que tenías que ir atropellando peatones para que te dieran tiempo o dinero, o el "Gran Thieft Auto", o el "Doom" o .... un largo etcétera. Esos tres que he mencionado han sido criticados por ser apología de la violencia e inducir a provocarla. Jo, pues desde los 20 años tengo carné de conducir y todavía no me ha dado por atropellar a nadie, y eso que el juego salió unos años antes.

Pero dejando de lado esos juicios, lo dejo para los blogs de informática, me he encontrado esta historia que habla de los juegos de consola/ordenador. Siguiendo la cadena todos dicen que está basada en hecho reales. No pondré la mano en el fuego, pero si puedo decir que está bien hecha. Da que pensar.

Decir que está tomado de "arturogoga", que dice haberlo tomado de "Ion Litio", que a su vez lo toma de otro.

Para poneros en contexto habla de un juego llamado "Animal Crossing". Hace unos años triunfó en la consola de Nintendo "Game Cube". Era un juego en el que tenías que construir un pueblo y mantenerlo operativo, rodeado de animalillos parlantes y mucho sentido del humor. Era en tiempo real, jugaras o no tu pueblo seguía haciendo "su vida".

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