Sábado Santo

El Misal, tiene una nota que explica muy bien cuál es el significado de este día

El sábado santo la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando su pasión y muerte, y se abstiene del sacrificio de la misa, permaneciendo por ello desnudo el altar hasta que, después de la solemne vigilia o de la expectación nocturna de la resurrección, pueda alegrarse con gozos pascuales, de cuya abundancia va a vivir durante cincuenta días.

Es el único día del año en el que la Iglesia no celebra nada. El sagrario vacio, la cruz símbolo del "fracaso", el altar, lugar del encuentro, desnudo. Todo está en espera, es pronto para felicitarnos por lo que esperamos.

Aquel primer sábado tuvo que se ser el más duro para muchos. Sólo una madre que haya perdido un hijo puede saber el dolor que sentía María al saber que su hijo estaba muerto. Ningún padre debería ver enterrar a su hijo. O el dolor de Pedro, el "rudo patrón de Galilea", que le negó a pesar de que le dijo que moriría con él. O el de Judas, al saber que se había equivocado. O el de los Apóstoles, con el fracaso en su cara y el miedo en el cuerpo... Ese es el problema que tenemos nosotros, después de 2000 años se nos escapan los matices de lo que debió ser aquel día.

Y, junto a ese dolor y esa tristeza, la fe. A pesar de los sentimientos dolorosos María matuvo su fe. Aquella mujer que arriesgó todo por Dios, por su voluntad no podría menos que seguir creyendo a pesar de que todo era contrario. Sentía la cercanía de Dios.

Pero, para nosotros, no es un día de duelo, es un día de espera. La Liturgia de las Horas nos recuerda el Sabbat, el día de descanso. El Sábado Santo para nosotros también es descanso. No de nuestra oración, no de nuestra fe. Sino descanso de nuestro sentidos.

El Sábado Santo es la invitación a la contemplación serena y tranquila de toda la vida de Jesús, no sólo de su Pasión. Al igual que los discípulos recordarían esos momentos, nosotros somos invitados a ver, a saborear todo lo que Jesús hizo y hace por nosotros. De esa forma nos prepararemos para el gozo y la fiesta. Estaremos preparados para el grito alegre e imposible del ¡¡¡ALELUYA!!!

Esperemos, oremos, vivamos la sobriedad del día. Y acompañemos a María, la madre. Su dolor es dolor humano, el dolor de cualquier madre que ve a sus hijos morir. Es el dolor que nadie debería sentir. Hoy es un día en el que en nuestra oración tiene que brotar la oración por todas ellas, las famosas y las desconocidas que ven y sufren el sufrimiento de sus hijos. La madre de Sergio Paulo, por ejemplo. La madre de un amigo que está herido. O la madre de X. Todas ellas saben lo que significa la frase del salmo: Vosotros, que pasais por el camino, deteneos y decidme si hay dolor que se pueda comparar el mío.

Que el Sábado nos ayude a preparnos para la Vigilia y para abrirnos al dolor de los que sufren.

Un Powerpoint que os puede ayudar para este día: Pincha aquí para descargarlo

Comentarios

  1. La muerte de un hijo es como si te arrancaran en vivo el corazón.En los oficios de esta tarde pensaba en la Virgen y en el dolor tan profundo que debió de sentir al ver au Hijo sufrir tanto y luego morir.
    El powerpoint muy bonito.
    El coro de la parroquia muy bueno.

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