Hermano Venerable


Son varias los hermanos capuchinos que en la actualidad están camino de los altares, hace unos pocos días os hablabamos de Tomás de Olera.En España hay varios hermanos y hermanas capuchinos que están en este proceso. Uno de los que tienen más devoción popular es Fray Leopoldo de Alpandeire

Nació un 24 de junio de 1864. Su nombre de bautismo fue Francisco Tomás Márquez Sánchez,era hijo de Diego Márquez y Jerónima Sánchez. Francisco Tomás tuvo otros tres hermanos más cuyos nombres nos son conocidos: Diego, Juan Miguel y María Teresa y algunos más que murieron en la infancia sin disponer hoy de datos sobre ellos. Juan Miguel moriría soldado en la guerra de Cuba.

Hasta los 35 años vivió en su casa entre los trabajos del campo, la vida familiar y de piedad y oración. Cuentan que disfrutaba, ya de niño socorriendo a los pobres. . Repartía su merienda con otros pastorcillos más pobres que él, o daba sus zapatos a un menesteroso que los necesitaba, o entregaba el dinero ganado en la vendimia de Jerez, a los pobres que encontraba por el camino de regreso a su pueblo. "Dios da para todos", diría años más tarde. Fue a raíz de haber oído predicar a dos capuchinos en Ronda, con ocasión de las fiestas que tuvieron lugar en la ciudad del Tajo, en 1894, para celebrar la beatificación del capuchino Diego José de Cádiz, cuando el joven Francisco Tomás decidió abrazar la vida religiosa haciéndose capuchino. Aunque tuvo que esperar algunos años para poder conseguirlo.

Tomó el hábito capuchino en el Convento de Sevilla el 16 de noviembre de 1899, cambiando el nombre de Francisco Tomás por el de Leopoldo, según usos de la Orden.
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Desde el noviciado Fray Leopoldo no tuvo otra meta que santificarse, siguiendo a Cristo por el camino de la cruz como San Francisco. Su amor a Dios, la oración, el trabajo, el silencio, la devoción a la Virgen y la penitencia marcarían ya su vida. La cruz y la pasión de Cristo serían para él, a partir de ahora, objeto de meditación y de imitación. El 16 de noviembre de 1900 hizo su primera profesión; a partir de entonces vivió cortas temporadas, como hortelano, en los conventos de Sevilla, Antequera y Granada. El 23 de noviembre de 1903 emite, en Granada, sus votos perpetuos.

Fue un “contemplativo entre el agua de las acequias, las hortalizas, los frutales y las flores para el altar”, dicho por un contemporáneo suyo. E1 21 de febrero de 1914 llegaría a Granada donde pasaría el resto de su vida. Trabajó primero de hortelano en la huerta del Convento para ejercer después de sacristán y limosnero.

Pero lo que define y caracteriza prácticamente la vida de Fray Leopoldo es su oficio de limosnero, aunque nunca olvidó la faceta contemplativa de su vida su misión fue la de recorrer las calles, donde se santificó, conociendo los problemas de la gente de Granada, y ayudándo siempre que podía. Tuvo el oficio de limosnero hasta que cumplió los 89 años, cuando se cayo por una escalera rompiéndose una pierna. Después de eso pasó tres años dedicado a la oración en el mismo convento de Granada, hasta que murió el 9 de febrero de 1956. Tenía 92 años. si durante la vida fue muy popular en Granada, con su fallecimiento empezó de forma espontanea una peregrinación constante al convento de los Capuchinos donde fue enterrado.

Hoy en día, de manera especial los días 9 de cada mes su cripta se llena de devotos que acuden a este hermano que supo ganarse con amor y amando lo corazones de mucha gente.




A la izquierda uno de los textos, escrito de su puño y letra que se conservan de nuestro hermano.



A la derecha está el bando que publicó este año el alcade de Granada en el que nombra hijo adoptivo de la ciudad a Fray Leopoldo.

Si quereis más información sobre Fray Leopoldo los capuchinos de Andalucía han abierto una página web sobre su figura, tanto en el pasado como en el presente. Su dirección es www.frayleopoldo.org

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